¿Qué pensáis vosotr@s?
Para algunos las Navidades son fechas de ilusión y alegría. Si contáis con niños en vuestras familias, éste es su momento. Sus sueños se vuelven realidad y a quién no enternece verles tan felices.
Para otros, quizás no tanto, y se llenan de nostalgia. Llegan los encuentros familiares y echamos de menos a personas queridas que ya no están con nosotros.
Para todos, un nuevo año ha comenzado y con él, muchos propósitos. Empezarlo con alguna prenda roja, brindar con el anillo sumergido en el champán, engullir doce uvas al ritmo de las campanadas, comer lentejas… Nos agarramos a cualquier ritual con saber que retomaremos o empezaremos nuevos proyectos. Metas demasiado lejanas, compromisos que sabemos que no cumpliremos…
Yo pienso que no necesariamente hay que cambiar por completo. De hecho, eso es imposible! Así que eso que dicen “vida nueva” se queda en una paradoja. Limaremos asperezas, puliremos nuestros defectos y matizaremos detalles. Ante todo, continuar perfeccionando, ésa será nuestra “vida nueva”.
También me he propuesto leer con frecuencia y aprender a coser, más deporte y menos móvil, sonreír y no reñir, disfrutar más y quejarme menos… ¡No os voy a aburrir!
Por de pronto, yo he vivido la Nochevieja en familia y el Año Nuevo comenzó con bastante tranquilidad. Factor importante y posiblemente, actitud que me gustaría que continuara, ya que siempre voy con prisas y agobios.
Yo he cargado mi saco de buenas intenciones y algo de positivismo. Tengo 365 días por delante y con vuestra ayuda, ¡seguro que lo conseguiré!